Componentes de bicicletas

Los componentes son, junto con el cuadro, la parte fundamental de una bicicleta. Hoy en día el mercado de los componentes de ciclismo es uno de los más potentes y, por ello, año tras año los encontramos más sofisticados y con mejores ventajas competitivas. Los componentes más destacados de una bicicleta son las ruedas, la transmisión (cassette, cadenas, bielas, platos, etc.), los frenos, los manillares, las horquillas y amortiguadores, los sillines y las cubiertas.

En todos los componentes debemos tener en cuenta el fabricante, que debe ser preferiblemente de categoría reconocida. A partir de aquí el precio y las características variarán en función del modelo.

En primer lugar, debemos tener en cuenta el tipo de uso: recreativo, transporte o deportivo. En los dos primeros casos, mejor apostar por la resistencia, la comodidad y, sobre todo, la simplicidad. Las bicicletas para un uso deportivo, a partir de cierta gama, suelen llevar componentes mecánicos demasiado complejos que quizás no sean necesarios y que requieren más mantenimiento. En el caso de un uso deportivo ten en cuenta siempre tu nivel de forma física y la modalidad de ciclismo que vayas a realizar.

En el caso de la MTB, los componentes más importantes serían la suspensión delantera, el amortiguador trasero (en caso de doble suspensión), los cambios delantero y trasero y las ruedas. En función de si nos gustan más las pistas forestales o los senderos y bajadas rocosas elegiremos un tipo de suspensión con más o menos recorrido.
También podremos elegir nuestro juego de bielas y platos dependiendo de si vamos a circular por terrenos y subidas difíciles, puesto que se requieran varias marchas, o por la ciudad o en carreteras simples, donde puede que sólo se requieran una o dos marchas.

Las ruedas de 26 pulgadas son las estándar para descenso, freeride y bicis de salto, mientras que las de 29 pulgadas son cada vez más populares en las disciplinas de enduro, cross country o trail. Las ruedas de 29 pulgadas tienen la ventaja que ofrecen más avance en cada pedalada, más aceleración y mejor tracción, pero por contra son más pesadas y tienen menos maniobrabilidad. Por ello, la última generación de ruedas, son las de 27.5 pulgadas, con las ventajas de tracción y aceleración de las de 29, pero sin añadir peso excesivo ni restar maniobrabilidad.

El manillar para MTB puede ser plano o de doble altura. El primero favorece la aerodinámica sobre la bici, ya que al mantener los brazos más juntos y la posición menos erguida permite alcanzar mayores velocidades e incrementa la tracción de la rueda delantera en las subidas, al ir más acostado sobre el manillar. El manillar de doble altura incrementa la comodidad y estabilidad, al colocar los brazos más separados y el cuerpo más erguido. También aumenta el control sobre la bicicleta y añade seguridad a las bajadas. Por este motivo es raro ver manillares planos en bicicletas de doble suspensión. Los manillares de carretera son para llevar una postura más inclinada en la bicicleta. Las manos pueden adoptar cuatro posiciones distintas que se irán cambiando dependiendo de la inclinación del terreno.

Los componentes de una bici de carretera son los pedales, los desviadores, los frenos y los cambios de marchas. Sus precios varían dependiendo del peso y la precisión de los mismos.

Un cambio de 10 velocidades es estándar en bicicletas de carretera de nivel medio a alto, aunque algunas bicicletas ofrecen opciones de 11 velocidades. Las bicicletas de iniciación tienen 8 o 9 velocidades. Escoger entre un juego de bielas doble o triple (2 o 3 platos en la parte delantera) dependerá de cómo y dónde vayas a circular con tu bici. Los juegos de bielas triples ofrecen una gama más amplia de cambios de marcha, haciendo más fáciles los ascensos. Los ciclistas experimentados suelen tener la fuerza suficiente para usar juegos de bielas dobles. Aquellos con menos experiencia, o los ciclistas urbanos que se desplazan con la bici cargada, deberían buscar bicis con juego de bielas triple. La mayoría de bicicletas no competitivas vienen montadas con los llamados desarrollos Compact; dos platos ligeramente más pequeños, generalmente de 34 y 50 dientes, esto permite afrontar prácticamente cualquier tipo de ruta aunque el estado físico del ciclista no sea el más óptimo.

Las ruedas son el componente estrella de las bicicletas de carretera. De ellas depende en gran medida su peso total y velocidad. Las ruedas de fibra de carbono y de aluminio son las más habituales. También es habitual, sobre todo en bicis de pista o triatlón, el uso de ruedas de perfil aerodinámico o lenticulares, con una gran resistencia al aire, especialmente rodando a altas velocidades.

Referente a los frenos, en bicicletas de montaña se han impuesto los discos hidráulicos y apenas pueden encontrarse bicicletas con frenos de llanta o V-Brake de serie. En las bicicletas de carretera predominan los frenos de llanta u horquilla (o reductores de velocidad), y solo en ciclocross se están comenzando a imponer los frenos de disco, debido a su mayor potencia sobre terreno mojado.

En el caso de las cubiertas, el tubeless nos ofrecerá un mejor rendimiento que las cámaras, al reforzar la protección contra los pinchazos gracias a la acción del líquido en el interior del neumático. La resistencia y la comodidad son las principales ventajas de los neumáticos tubeless, a pesar de la mayor complejidad que suponen en términos de montaje o mantenimiento. Otro tipo de neumático es el tubular, habitual en competición, con una cámara de aire totalmente envuelta en la cubierta, permite un mejor poder de trazada en las curvas, absorción de vibraciones y comodidad.

En cuanto a los pedales, para un uso deportivo es mejor que sean automáticos; mejoran el rendimiento sobre la bicicleta al permitir transmitir más fuerza con las piernas. Además, previenen lesiones al mantener la rodilla siempre en la misma posición. Para ciudad es mucho más cómodo utilizar cualquier pedal clásico de plataforma.

El sillín es un componente que debe elegirse personalmente. La anchura debe fijarse en función de la distancia entre los isquiones (los huesos inferiores de la pelvis), que en el caso de las mujeres suele ser mayor, y de la inclinación del cuerpo al pedalear. A medida que vamos inclinando nuestro cuerpo hacia delante con una posición más deportiva, la distancia entre los isquiones va disminuyendo. Lo más importante de todo es sentarse colocando los isquiones en la zona más ancha del sillín, esto nos asegurará que la zona perineal y la genital queda libre de compresiones asegurándonos un buen riego sanguíneo hacia las piernas.