Los manguitos forman parte de los accesorios de equipación de ciclismo, y están diseñados para proteger los músculos y articulaciones de los brazos.
El uso de estas prendas es ideal para las épocas de mucho frío o, por el contrario, de mucho calor. Al tratarse de accesorios de manga larga, evitan la entrada de aire o pérdida del calor, protegen al ciclista de los rayos ultravioletas producidos por el sol y ayudan a que la piel se mantenga siempre seca. Del mismo modo que ocurre con las perneras, es recomendable quitarse estas prendas una vez el cuerpo haya alcanzado la temperatura estimada y generado el suficiente calor, puesto que exceder de su uso puede provocar sensación de ahogo y deshidratación.
Su corte ergonómico permite una mayor sujeción de los grupos musculares clave del brazo, bíceps, tríceps y antebrazo, y sus tejidos y materiales, altamente elásticos, ayudan a controlar la temperatura corporal y mantener la piel alejada de la humedad incluso en las situaciones más duras.
A la hora de escoger los manguitos es importante tener en cuenta la talla del brazo, para evitar posibles caídas de la prenda, y el nivel de compresión. Unos manguitos con un nivel de compresión muy alto pueden perjudicar la circulación sanguínea y provocar fricción entre los músculos y una compresión muy baja no afectará en absoluto a la circulación y, por tanto, no reportará beneficios. Lo ideal es que los manguitos cuenten con una presión correcta, ni muy elevada ni excesivamente débil, para mejorar la circulación de la sangre y repartir adecuadamente el oxígeno a los músculos.
